Una lista de lecturas (y visionados) góticos: siglos XX y XXI

El siglo XX, qué gran momento para el movimiento gótico.

Pero primero hablaremos de la imposibilidad, porque el movimiento gótico del siglo XX nada tiene que ver con las novelas de Radcliffe o las historias de terror del siglo XIX: la herencia se ha transformado y ha invadido otros espacios, como lo es el cine. La producción es extensa: para hacerse una idea de los tentáculos del monstruo sugiero la muy interesante lectura del artículo sobre el gótico del siglo XXI de Sara Martín Alegre.

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Una lista de lecturas góticas: inicios y siglo XIX

Después de la columna pasada solo queda una cosa: empezar a leer. Por eso he preparado esta lista de lecturas para empezar a adentrarnos en el mundo de lo gótico. Este mes leeremos los inicios del gótico y el siglo XIX, pero no se pierdan el próximo mes en el que nos adentraremos en las apasionantes manifestaciones del siglo XX y XXI que como os adelante traspasan el papel.

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De qué hablamos cuando hablamos de gótico

Una aproximación.

Lo gótico me llegó por el romanticismo. El término estaba presente en los recién descubiertos cuentos y novelas clásicas sobre monstruos y vampiros, hace muchos años ya, durante los inicios de mis estudios universitarios. Después me fui adentrando en la literatura gótica propiamente dicha, que de buenas a primeras me resultó lenta, acostumbrada a la acción de Frankestein y la sangre de Drácula. Hay un motivo para que el gótico esté a la sombra de un gran movimiento cultural e histórico como el romanticismo y es que hasta hace muy poco lo gótico no gozaba del merecimiento de objeto de estudio por su carácter marginal. Como diría el profesor de literatura inglesa y estudioso del tema Fred Botting, “lo gótico es una estética negativa”.

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El perro de los Baskervilles: una lectura gótica

Puede que conozcas en mayor o menor medida la figura de Sherlock Holmes, seguramente porque encarna la figura clásica de detective y porque, para muchos, es el mejor de todos los tiempos. Sherlock, heredero de la figura del detective Dupin de Poe, hace su parte en la inauguración de la criminalística moderna con su método deductivo. En algunos de sus relatos, procura desmontar eventos que a primera vista pueden pertenecer al campo de lo paranormal y del terror. En este orden encontramos a El caso del Vampiro de Sussex o bien la sugerencia del caso de La novia abominable en El ritual de los Musgrave.

El perro de los Baskervilles es uno de ellos. A primera vista es la historia de una investigación policíaca sobre la muerte de Sir Charles Baskerville…

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El kusōzu empoderado de Fuyuko Matsui

Llegué a Fuyuko Matsui de la mano del kusōzu, y me inspiró tanto que utilicé su obra para dar un giro definitivo a mi poemario Cadáver de bailarina Corpse Ballerina, concretamente a los poemas de la serie El ballet eclipsado. El resultado final lo puedes leer en la parte de La caída en escena del mismo.

Lee un fragmento

El kusōzu significa literalmente pintura de las nueve etapas de la descomposición de un cadáver y es una expresión artística que llegó a Japón a través del budismo. Era, además, un tema popular de la tradición oral que también quedó recogido en un poema. Si quieres saber más puedes leer el artículo Kusōzu, o el arte de desaparecer.

Manteniendo la pureza, 2004. Foto de Fuyuko Matsui

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El tejido de la corrupción en la serie La caída de la casa Usher

[Spoilers a continuación]

Lo primero que hay que preguntarse sobre esta serie es qué hicieron para alargar un relato tan corto en una miniserie de ocho capítulos. Superados los miedos iniciales, me decidí a ver qué habían hecho con la obra de Poe y lo entendí todo.

En cualquier caso, el análisis que sigue a continuación no pretende unirse a la caravana de los que ensalzan o han echado por los suelos el trabajo de su creador, Mike Flanagan, porque lo desconozco. Lo que me interesa es comentar lo que hizo con la obra de Poe. Y lo que hizo fue tejer.

Este tejido novedoso pasa por ubicar a los hermanos Usher en la actualidad como los poderosos dueños de una farmacéutica acusada de enriquecerse a costa de malas prácticas y un extenso catálogo de fraudes. La historia, al igual que el relato original, sitúa a Roderick en una casa que se hunde, la suya, haciendo una confesión a un narrador sobre cómo su estirpe se hunde también. Los ocho capítulos van sobre las extrañas muertes de sus seis hijos y es donde Flanagan tejió armoniosamente argumentos, motivos y nombres.

Crédito de imagen: Netflix

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Kusōzu o el arte de desaparecer

En la tradición budista, la despedida de este mundo es a cielo abierto y no desde la recatada y pulcra estética de una tumba sellada. No hay motivo de ofensa en ello. Una persona fallecida que se desintegra en una tumba a cielo abierto no supone una profanación, ni una falta de respeto sino que es un honor postmortem para la que se va (que siempre es mujer, pero dejaremos el tema misoginia para otra entrada). Más bien es una enseñanza a los que aún vivos necesitan aprender sobre la fragilidad del cuerpo y la temporalidad de nuestra existencia en este mundo.

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Nueva sección en La crónica espectral

Hola nuevamente:

Después de este intervalo hay novedades y una de ellas es que seguiré con La crónica espectral, diversificando los temas que suelo tratar.

La crónica espectral nació para albergar al poemario por entregas Antro del hueso y a la colección de cuentos cortos Señales de niebla. Acabado el proyecto, no se me ocurre mejor idea que seguir hablando de toda esa literatura y filmografía que alimenta mis creaciones. Para ello he creado una nueva sección, El Desván.

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Presentación en la Biblioteca Central Almudena Grandes

El pasado viernes 20 de octubre presenté mi libro en la Biblioteca Central Almudena Grandes de Móstoles. A continuación les comparto las magníficas ponencias de mis presentadores.

Cadáver de bailarina Corpse Ballerina

Por Eïrïc R. Durändal Stormcrow

Buenas tardes:

En este poemario hay un cadáver principal y otros secundarios. El primero da protagonismo y los demás asisten: se trata de una orquesta de seres del más allá en medio de un hipotético monólogo contigo, estimado lector, estimada lectora.

Bienvenidos a un teatro de las tinieblas que la editorial Gnomo se complace en presentar.

No se trata del Théatre Des Vampires de Entrevista con el vampiro, aunque conserva la crudeza de ese referente que tanto penetró en la cultura popular. Se trata, más bien, de un teatro de la condición humana, un teatro de la máxima crueldad biológica y física: la descomposición del templo, o sea, del cuerpo y, cómo somos el cuerpo que habitamos, el ser. Hay un paralelismo entre ese escenario, la vida misma en el que nos movemos y el teatro tenebroso, a la misma vez que la danza de la bailarina con nuestro existir y sin duda hay algo de contemplativo y reflexivo en este conjunto de danzarina, teatro, espectador, ese somos para el que el teatro es representado, al que asistimos.

A modo de comienzo diré que Rosalina tiene un poder especial para dar voz a seres tenebrosos más allá de la narrativa. Creció entre novelas de vampiros y clásicos de la literatura romántico-gótica y naturalista. También y no menos importante es que siente especial curiosidad por el fenómeno mortuorio desde todos sus ámbitos. La poesía es el lenguaje en el que se siente más cómoda para imaginar y escenificar los sentimientos de aquellos que ya no sienten. Después de todo, los poetas somos los seres más apegados a dicha oscuridad, porque el poeta es un ente psíquico y espiritual, con una forma muy particular de percibir la realidad: desde sus grietas.

Este poemario surgió a partir del poema que da el título, “Cadáver de bailarina”. Ante la pregunta “¿de dónde sale la idea para este poemario?”, Rosalina suele responder que surgió de las cosas más cotidianas: unas palabras que brillan especialmente dentro de una conversación llana, ideas que el viento trae aleatoriamente cuando sales a la calle o una muñeca de porcelana que te regalan porque sí. La muñeca bailarina que reposó durante un tiempo en su tocador se transformó en una poderosa historia. Y la historia se hizo poema y el poema se convirtió en poemario, nuevamente, desde ese punto de vista psíquico y espiritual que busca las grietas en el sistema, en la simulación que llamamos vida o experiencia, en las cosas. Esas grietas tienen nombre: entropía. La mirada poética constituye un acercamiento que detecta las entropías y las pone al descubierto. Se trata de una mirada de rayos X o un filtro fotográfico que busca los matices de una existencia que siempre hemos sabido como imperfecta.

La muñeca en cuestión tomó vida y movimiento. Se hicieron visibles sus heridas y su dolor. No paraba de danzar, pese a todo. Esa danza se desenvuelve a través de los versos bien cuidados y evoca, la sensación de que cuando todo ha acabado puede que quede algo más por contemplar. Esa contemplación se transforma en algo más grande a medida que avanza la lectura.

Rosalina decidió darle forma a este poemario después de completar el máster en edición que realizó con el Grupo Santillana. Diez años después, durante el confinamiento que trajo el Covid-19, renació como proyecto bilingüe a publicar en el marco de la joven editorial Gnomo, que lidero.

Este teatro de las tinieblas se divide en los episodios de El ballet eclipsado, Semidesnudos y retazos de eclipsados, Delirios y fantasías de un bardo, El bestiario de New Orleans, Un alarido de sirena solitaria y Caída en escena. Cada episodio evoca hipotéticas sensaciones desde el más allá. Por ejemplo, en el Ballet eclipsado está la bailarina, pero en el discurso hay otras voces que cuentan los hechos. En este conjunto de voces hay íncubos, súcubos, espíritus errantes, zombis y cómo no, vampiros, entre otros más que no revelaré para tu descubrimiento y deleite.

El último episodio, Caída en escena, es material nuevo que Rosalina añadió exclusivamente para esta nueva edición bilingüe y definitiva. Después de tantos años sintió que la bailarina “le volvió a hablar” para dar un final a la historia que entraña y que pronto descubrirás. Para este episodio final, Rosalina incluyó conceptos filosóficos sobre la muerte en adición a los ya acostumbrados elementos fantásticos, y alude a la experiencia sensorial del kuzōsu, una antigua forma de expresión artística japonesa que se cimenta en los valores budistas de la contemplación. El kuzōsu, según la tradición budista nos instruye por medio de la observación de que nada es permanente, ni siquiera nosotros y que en esa observación de fragilidad y transitoriedad volvamos la atención hacia aquello que sí importa. El kuzōsu implica una tumba a cielo abierto, muy distinto al proceso mortuorio de enterramiento de occidente. Para ello, los artistas de la época se valían del dibujo y la pintura para representar las nueve etapas de la descomposición que son: 1. la muerte reciente, 2. la distensión, 3. la exudación de sangre, 4. la putrefacción, 5. la descoloración y la desecación, 6. el consumo por aves y animales, 7. los huesos, 8. La desarticulación, y 9. la tumba, precedido de la etapa 0 que es el retrato anterior a la muerte y que está presente en algunas de las representaciones. Rosalina encontró inspiración además en la artista contemporánea Fuyuko Matsui en cuyas pinturas presenta una revolucionaria visión feminista de los valores tradicionales del kuzōsu. La contemplación en el kuzōsu siempre es desde la perspectiva masculina hacia lo femenino, este último como objeto de vanidad y fragilidad, de esta manera los hombres pueden avanzar espiritualmente observando la degradación del cuerpo femenino y reflexionando sobre la no permanencia de la carne, su belleza y sus placeres. Fuyuko Matsui actualiza estos valores tradicionales. Para dar un ejemplo, en su pintura Manteniendo la pureza de 2004 aparece una mujer desnuda y con el torso abierto al estilo de las venus anatómicas del renacimiento, pero que irremediablemente nos hace pensar en el seppuku o ritual de suicidio samurai. La mujer estaba, además, embarazada. Todo ello nos transmite que la mujer ya no es un objeto pasivo con el fin de la iluminación del otro, sino una fuerza arrolladora capaz de dar la vida y la muerte. En Caída en escena se representa una parte de kuzōsu pero no daré más detalles para que puedas descubrirlo.

En definitiva, Rosalina tiene una capacidad especial para encontrar belleza en los procesos de la muerte. Puede ser desgarradora, inquietante y explícita, pero también es elegante. Es esencialmente fantástica, pero con preocupaciones genuinamente existenciales. Es capaz de sumergirte en el horror más clásico, pero también en el horror más filosófico. Su poesía es siempre una invitación a una experiencia metafísica y trascendental que no debes perderte.

Eïrïc R. Durändal Stormcrow nace en San Juan, Puerto Rico en 1980. Es escritor y artista plástico. Ha publicado los poemarios Bestiario en nomenclatura binomial, Empírea: Saga de la Nueva Ciudad, Pie forzado, Terrarium y Hustler Rave XXX: Poetry of the Eternal Survivor (con Charlie Vázquez); las novelas el Oneronauta e Historias para pasar el fin del mundo; los libros de cuentos Desongberd, Las formas del diablo y Cielos negros; la memoria de sexo Diario de una puta humilde; el libro de viajes Crónicas del esmog, y las antologías Los otros cuerpos: antología de literatura gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora (con Moisés Agosto Rosario y Luis Negrón); Felina: antología para gatos (con Cindy Jiménez Vera), Fricción cuántica: antología de ciencia ficción desde Puerto Rico y su diásporaAntología de cuentos pornoeróticos de Gnavidad y Hadouken! Antología de literatura boricua videolúdica. 

Buenas tardes a todos y a todas. Es un placer y un honor ser parte de este momento tan importante para Rosalina Martínez. La entrada de su poemario Cadáver de Bailarina al catálogo de bibliotecas madrileñas me emociona de forma particular, ya que conocí a Rosalina el día que conocí su poesía, hace ya dos décadas atrás. Se presentaba ese día el nuevo volumen de la revista Contornos del Programa de Estudios de Honor, en el que tanto Rosalina como yo veíamos publicado por primera vez un trabajo nuestro. En mi caso se trataba de un pequeño trabajo de investigación; en el caso de Rosalina, se trataba del poema “Cadáver de Bailarina”, que da nombre al poemario que hoy nos ocupa.

Recuerdo que durante la semana que siguió a la presentación de la revista, me encontré regresando a ese poema una y otra vez. Y es que, al leer ese espectacular poema, tuve la sensación de estar leyendo algo como lo que nunca había leído. No era un simple poema sobre la muerte, o sobre los muertos. Se trataba de una exquisita exploración de la insistente presencia de los seres que han dejado este mundo sin dejarlo; y que quizás no han dejado este mundo porque los vivos no queremos dejarlos ir. Y es que, en los bien cuidados versos del poema, descubrimos un deseo por lo fenecido, un tipo de sensualidad post mortem. Y cito ahora del poema:

¿Acaso has degustado

a medianoche, la cena de cráneos

de los que pasaron

o has lamido el polvo de años y años,

prólogo insubstancial de la nada?

¿Qué sabes tú

de lo que provoca

una mano penetrando en tu estómago

buscando

intensamente,

rasgando

despiadadamente,

intentando romperte la espalda?

¿Nada?

Entonces, acércate bailarina,

ven y observa cómo se manchan

de rojo las zapatillas

y cómo la sangre

prepara el suelo del salón

para el ballet.

La escritora Rosalina Martínez nos hace invitación al baile, a un encuentro donde la muerte y el deseo comparten escena. Y es una invitación que ni la bailarina del poema ni nosotros los lectores podemos rechazar. Porque el poemario que hoy nos ocupa nos sacude y nos sorprende, a la vez que nos seduce. No se trata de versos tímidos o de intenciones soslayadas. Más bien se trata de un lenguaje directo, que por serlo no deja de ser menos elaborado. Así lo ejemplifica el poema “Sueño 2”, que lee así:

Para mí siempre estás oculto

absorto,

callado,

en el silencio hermético

que solo a veces

destruyo y penetro.

Pienso

cuán callado

tanto tiempo

y, sin embargo,

siempre ahí

latiendo,

en la lejanía

imperfecto

inconcluso

inconforme

y, sin embargo,

cuanto más tarde

lejano

y oculto

y oscuro

igual eres

el sepulcro más deseado

y muero por profanarte.

De otra parte, también encontramos en este poemario profundas reflexiones sobre el proceso de creación literaria; sobre la dulce angustia que padece todo buen escritor en la ardua tarea de hacer nacer una idea, y en la no menos ardua tarea de convertir esa idea en palabras trascendentes. Así, en el poema “Trasnochada”, una extraordinaria voz poética nos hace la siguiente confesión:

Noche tras noche

recuesto mi cabeza

dejo el cráneo abierto

sobre este torbellino de papeles en

blanco

para que las ideas corran

a diluirse en sus fibras

noche tras noche

coloco el corazón en la mano

y lo abro con el bisturí

que rasga el cielo

en versos suicidas,

corto rosas sangrantes

para adornar una ventana

con vista al vacío,

invoco a las musas

y las hago mis esclavas

por unas gotas de poesía

que lamo sobre estas lápidas

cansadas del tiempo

y cansada no busco descanso

sino

noche tras noche

intento rescatar

el elixir

que me sustancia

noche tras noche,

me crucifico

en las alas de una estrella,

trago esencia de oscuridad

y alimento

de voces escondidas

bajo las escaleras de un sótano

una idea que se encuba en mi vientre

hace dos o tres eternidades

y no quiere

ver la luz. Y nadie puede hablarnos mejor sobre estos temas que la autora de este poemario que ahora tengo el honor de presentarles. Sin más preámbulo, les dejo con la escritora, poeta, traductora y gran amiga: Rosalina Martínez González.

Carlos Hernández Burgos Nace en San Juan, Puerto Rico, cursó sus estudios universitarios en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, donde en el año 2002 completó su grado de Bachiller en la Facultad de Humanidades, con concentración en Literatura Comparada. Su tesina de investigación se centró en el tema de la ciudad-texto en los libros Las ciudades invisibles y Palomar del escritor italiano Italo Calvino.

Asimismo, trabajó en un estudio comparativo de la Utopía de Tomás Moro y la Segunda Carta de Relación de Hernán Cortés, que se publicó en la revista Contornos del Programa de Estudios de Honor de la Universidad de Puerto Rico, en el mismo volumen en que se publicó por primera vez el poema Cadáver de Bailarina de la escritora Rosalina Martínez González.

Posteriormente, completó un Juris Doctor también de la Universidad de Puerto Rico. Sin perder un ápice de su amor por las letras, ha dedicado gran parte de su carrera profesional al litigio y a la asesoría legal en diversas áreas del derecho civil y comercial. Reside actualmente en Miami, Florida.

Cadáver de bailarina entra al catálogo madrileño de bibliotecas

En la Biblioteca Central Almudena Grandes de Móstoles.

Entrar a una biblioteca significa leer y que tu libro entre a alguna significa la oportunidad de que alguien te lea, así que estoy muy contenta de poder entrar a la red de bibliotecas madrileñas.

Para celebrarlo estaré este próximo viernes 20 de octubre en la biblioteca central Almudena Grandes con mi editor Eïrïc Durändal y mi colega Carlos Hernández para hablarles sobre cómo surgió el poemario, los motivos y alguna que otra anécdota.

Si no puedes asistir, estaremos en vivo por Instagram en mi canal _rosalinamg_

¡Hasta pronto!